El momento económico que vive el país se presta para captar inversión extranjera destinada a la construcción de grandes obras como la III etapa del Proyecto CHAVIMOCHIC, el Metro de Lima, el gasoducto del sur, la longitudinal de la sierra vía concesión donde el empresario privado pone el dinero pero las obras quedan para el Estado, “la concesión no significa vender activos, es la oportunidad de tener buenas obras que va a mejorar el nivel de vida de la población”.
Lo afirmó ayer el Ing. José Murgia presidente regional La Libertad en diálogo con los trabajadores de la operación y mantenimiento del PECH en el campamento San José (Virú), con la dirigencia de los sindicatos de planilla y cas, quienes le manifestaron su preocupación ante una eventual pérdida del trabajo.
“En las bases de la licitación no hay condicionamiento alguno que perjudique a los trabajadores, aseguró Murgia
Dijo que el PECH y los trabajadores pertenecen al Estado y ante la concesión no desparecen, sería absurdo construir obras y no tener personal que las administre, dijo al tiempo de señalar que los dineros del erario nacional se prioriza a los sectores de salud, la educación, a la lucha contra la extrema pobreza, mientras que para la ejecución de las grandes obras, el Estado recurre al capital extranjero que responde positivamente por la fortaleza de la economía.
Señaló que actualmente el mundo compite por capitales, los gobiernos regionales también para financiar sus obras, “ sí la III Etapa de CHVIMOCHIC llegó a este nivel, es por su alta rentabilidad económica y social, generadora de miles de puestos de trabajo y por ello, varios gobiernos otorgaron a la obras de primera prioridad en sus planes de desarrollo; sino aprovechamos esta concesión se frenaría el desarrollo de la región pues el agua no alcanza para la agricultura, para el procesamiento de agua potable a la población, generación de energía eléctrica, etc.
Las obras de la III Etapa tiene una inversión superior a los US$ 700 millones; el gobierno del presidente Ollanta Humala garantizó con US$ 597 millones dentro de las obras, el saldo correrá por cuenta del inversionista quienes podrían presentar propuestas de mayor participación económica y financiera.
El Ing. José Murgia, sostuvo que el dialogo con los trabajadores siempre estará abierto pero con altura y respeto a la autoridad, cuando la crítica viene con insulto, se acaba el argumento y concluye el diálogo, subrayó.