Los oleajes anómalos vienen causando serios estragos en el litoral costero del norte del país. Viviendas destruidas, otras casi inhabitables, negocios y calles inundadas deja este fenómeno natural que ayer alcanzó su mayor intensidad.
En el balneario de Buenos Aires, en el distrito Víctor Larco (Trujillo), unas 14 viviendas resultaron destruidas y otras 80 afectadas por la bravura del mar, según una evaluación de Defensa Civil. Los moradores fueron sorprendidos por las enormes olas a eso de las 2:00 a.m., cuando descansaban. De inmediato abandonaron esa zona y se fueron a otras viviendas del distrito.
“Estaba descansando cuando el agua entró con fuerza a mi casa. Todo se vino abajo, las paredes, los techos. Fue terrible”, relató don Edmundo Micha Chávez, quien vive en la cuadra siete de la avenida Colón, frente a la playa. Lo perdió casi todo.
Desde las primeras horas de la mañana los vecinos bonaerenses tuvieron la penosa tarea de recuperar algunas cosas y llevarlas a un lugar más seguro, con apoyo de Defensa Civil y de la Policía Nacional. Las calles Pinzón, Loreto y Matei también se vieron inundadas.
Algunos pobladores cuestionaron al alcalde de Víctor Larco, Carlos Vásquez Llamo, por no acercarse a ayudarlos. Vásquez instaló carpas. “Solo viene en campaña”, dijo un morador.
El gerente de Defensa Nacional del gobierno regional, Roger Torres Mendoza, lamentó la falta de maquinaria para limpiar las zonas afectadas. “No hay motobombas para extraer el agua y menos maquinaria para reforzar el enrocado”, acotó. En Huanchaco las casas y negocios situados en la avenida La Ribera quedaron inundadas. (La República).