1. El Papa Francisco nos dice que la tarea evangelizadora exige una promoción integral de cada ser humano, por eso, no se puede decir que la religión debe recluirse al ámbito privado y que está sólo para preparar las almas para el cielo.
2. Una auténtica fe siempre implica un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detrás de nuestro paso por la tierra. Queremos a la región donde Dios nos ha puesto y queremos a Trujillo, con todos sus dramas, cansancios, anhelos y esperanzas, con sus valores y fragilidades. Trujillo es nuestra casa común y todos somos hermanos.
3. Pero sabemos bien que nos encontramos no delante de una época de cambios, sino de un cambio de época y el cambio de época exige replantear todo y tener una nueva visión de la realidad. Estamos en un tiempo de una gran movilidad difusa y de una fácil comunicación, donde a través de los medios de comunicación se mezclan entre sí los pueblos, los conocimientos y las experiencias. Es una época de crisis que afecta a varios sectores de la existencia, de la economía, de las finanzas, de la seguridad, de la alimentación, del medio ambiente, pero también del sentido profundo de la vida y de los valores fundamentales que la animan. La propia convivencia humana está marcada por tensiones y conflictos.
4. Se trata entonces de afrontar el cambio de época y afrontar la revolución de las comunicaciones y esto nos obliga a mirar la época en que vivimos. Las cosas tienen un precio y pueden ser vendidas, pero las personas tienen una dignidad, valen más que las cosas y no tienen precio.
5. De otro lado Jesús se expresa en lo contingente. Lo más divino a través de lo más humano.
Cristo se hizo humano, se hizo cultura, por eso, la Iglesia no puede saltar esta realidad. En este contexto es fundamental afrontar el presente con el diálogo constructivo, el diálogo con el pueblo. Una región crece, cuando sus diversas riquezas culturales dialogan de manera constructiva, y la única manera de que la vida de los pueblos avance, es la cultura del encuentro. Hoy, apostamos por la cultura del encuentro o todos perdemos.
¿Qué necesitamos en Trujillo y en nuestra Región?
6. En este 193 aniversario de la independencia de Trujillo, es importante reflexionar juntos, a partir de lo que fue Trujillo, de lo que fue La Libertad, para así construir y asegurar el mejor futuro tanto para nuestra ciudad, como el de la Región, por ello, conviene preguntarse: ¿qué necesitamos en Trujillo y en nuestra Región? En este contexto me permito fraternalmente presentar algunos puntos de reflexión:
1. Apostar por el Orden y el Respeto como valores fundamentales, tanto en las instituciones como en nuestra sociedad, para lograr metas duraderas, porque es conocido el adagio latino “guarda el orden y el orden te guardará a ti”.
2. No sacrificar el bien común ante cualquier interés personal o político, porque el objetivo de toda sociedad y gobierno es el bien común; más aún, cuando nos encontramos a puertas de nuevas elecciones.
3. Replantear la seguridad ciudadana, tan reclamada por la población, mejorando entre otros aspectos la inteligencia policial para combatir la delincuencia y el crimen y para que el tema de la seguridad ciudadana no se convierta en una caricatura.
4. Priorizar y tomar decisiones políticas auténticas y efectivas en las diversas instancias locales y regionales, para afrontar juntos y activamente el progreso integral de nuestra población.
5. Exigir una correcta administración de la justicia, es decir, que los señores fiscales y jueces cumplan estrictamente con su deber, recordando que la justicia que tarda no es justicia y que ésta debe cuidar siempre el bien común.
6. Promover el cumplimiento de la responsabilidad social en las grandes y pequeñas empresas, y si es necesario, se debe reorientar y quizás revisar su regulación.
7. Promover una mayor inversión en salud y educación para mejorar la calidad de vida de nuestra población, especialmente la menos atendida.
8. Redoblar esfuerzos para que a la brevedad posible se ponga al servicio de la comunidad el nuevo Hospital de Es salud, nivel cuatro, en el Distrito de La Esperanza para solucionar en parte el grave problema de hacinamiento existente en los hospitales de la seguridad social.
9. Promover un mejor Plan de Desarrollo Urbano de la ciudad de Trujillo, de tal manera que su crecimiento sea ordenado y planificado, pensando en un gran futuro.
Recordemos que Trujillo es una ciudad hermosa, pero que con nuestro común esfuerzo podría estar diez veces más hermosa y atrayente culturalmente, socialmente, turísticamente y políticamente. Esta tarea está en nuestras manos.
Por eso, el unirnos en torno a temas de bien común, independientemente de posiciones partidarias o particulares, se convierte en un imperativo, en una urgencia de nuestro tiempo y en una gran responsabilidad para la historia, puesto que la historia una vez escrita no se puede borrar.
MIGUEL CABREJOS VIDARTE, O.F.M.
Arzobispo Metropolitano de Trujillo