“Porqué Dios mío, porqué mi hijito que era tan bueno”, exclamaba doña Charo Villena, mientras cogía el cuerpo inerte de su hijo Mario Anselino Alva Villena (18), que yacía en el pavimento tras caer del cuarto piso del hotel “Luna Rosa”, donde laboraba como personal de limpieza.
La desconsolada madre y los dos hermanos mayores de Mario, llenos de impotencia ante la irreparable pérdida, desataron su furia causando destrozos en las puertas de vidrios y muebles de la sala de la recepción del hospedaje, ubicado en la manzana “B” lote 17 de la calle Las Amatistas en la urbanización Santa Inés.
La vida del joven se interrumpió ayer a las 9:00 de la mañana, cuando al tratar de arrojar sacos de sábanas sucias desde la azotea del cuarto piso, perdió el equilibrio y cayó al vacío. La muerte de Mario fue en el acto. Su cuerpo no resistió la violenta caída y quedó tendido sobre el cascajo del terreno baldío, ubicado a un costado del hostal.
Su familia levantó su cadáver y lo trasladó al interior del hotel, impidiendo el trabajo de los peritos y la fiscal de turno que llegaron al lugar. Efectivos de la USE tuvieron que apersonarse para restablecer el orden. (La República)