Transformaron una parroquia solitaria en un remanso de paz y oración. Los hermanos franciscanos capuchinos que tomaron desde hace tres años y medio el manejo de la parroquia de Huamán, por encargo del Arzobispado, han convertido esta zona hoy en una avanzada de trabajo comunal, catequesis, y oración, pero se han propuesto ahora edificar una casa parroquial.
Son cuatro hermanos destacados por la congregación capuchina, que cuando llegaron a la Parroquia de Huamán en ese entonces recién restaurada, encontraron que tenían mucha obra por delante, según nos refiere el Hermano Myckuol.
En este lapso de tiempo edificaron tres cabañas, pusieron en valor un amplio salón parroquial, y construyeron un cerco perimétrico, entre varias obras. Pero primero debieron dedicarse a captar y sanar almas, no solamente con la misa dominical, sino también con el dialogo y el trabajo en fraternidad. La zona es difícil, pero la buena voluntad y gran espíritu de los capuchinos les allanaron el camino. Hasta los grupos de drogadictos que acostumbraban consumir al lado del antiguo templo desaparecieron cuando empezaron a ver la intensa actividad parroquial.
Uno de sus primeros objetivos era el convocar a la comunidad y estrechar su relación con todos los pobladores, escuchando además sus problemas y orientando sus espíritus. Una vez ganadas las almas, refiere, pudieron dedicarse a la obra material.
Los jóvenes son los más felices por el gran trabajo orientacional que desarrollan los capuchinos y por los diversos talleres que organizan. Hasta se dieron el lujo recientemente de ser sedes del FESTIASIS, un festival religioso que organizan todos los años los capuchinos en el Perú, donde llegan delegaciones de todo el país.
Pero también es momento ahora de pensar en la casa parroquial, los cuatro capuchinos alquilan y comparten una habitación en la zona de Huamán y quieren cambiar esta situación. Han planificado la construcción de una casa parroquial de 300 mt2, que tendrá sala de estudio, oratorio, despacho, sala de espera, cocina y habitaciones individuales para los hermanos.
La operación construcción está siendo financiada con aportes y ellos esperan la ayuda de toda la comunidad trujillana, según nos refiere el Hermano Myckuol, responsable de la obra, junto con el Hermano Tito.
Todos quienes deseen ayudar y poner un granito de arena, pueden contactarse con los Hermanos a los teléfonos 949147528 o al 044-422310, o escribir a los correos: [email protected]; [email protected] o hacer sus donaciones en soles a la cuenta de Scotiabank N° 710-8010930, esta una misión que necesita el apoyo de los trujillanos, su obra está a la vista.
La rama de los Capuchinos pertenecen a la Orden de Frailes Menores (Franciscanos), y siguen las enseñanzas de San Francisco de Asís, siguen con rigor una vida de oración y pobreza. El nombre de Capuchinos se refiere a la forma peculiar de su capucha.
La Orden está extendida por 101 países de todo el mundo, y que cuenta con unos 11.000 hermanos que viven en más de 1800 conventos. En el Perú son casi 100. La simplicidad, la cercanía al pueblo y el espíritu fraterno en sus casas y apostolado, son signos visibles de su estilo de vida.