Una joven de 19 años que trabaja como empleada del hogar en una vivienda de la urbanización Las Quintanas de Trujillo, se ahorco en el dormitorio que ocupaba en la casa de sus jefes.
De acuerdo a la información policial, sucedió en la residencia de la cuadra 6 de la calle Enrique Rodó de propiedad del jubilado Justo Arquímedes Tamayo Ponce.
El hombre de 75 años se despedía de los familiares que llegaron a visitarlo y entonces llamó a la empleada Karin Parimango Burgos, de 19 años.
La muchacha jamás se presentó ante los llamadas de su jefe. Es por ello que fueron a buscarla a su dormitorio. Grande fue la sorpresa de todos al descubrir que se había ahorcado.
Karin Parimango se había colocado una chalina de lana al cuello y la ató a lo viga del techo aprovechando que su jefe estaba entretenido con la visita.
La joven no dejó carta alguna explicando su fatal decisión. Al ser interrogado, el propietario dijo que era su empleada desde hace dos años.
Sus familiares llegaron a la morgue para reclamar sus restos. Prefirieron mantener silencio sobre la tragedia que los enluta.