El incendio ocurrido el pasado fin de semana en el emporio comercial Albarracín, conocido como Tacorita, desnudó una cruda realidad. Este tipo de establecimientos sigue sin cumplir cabalmente las normas de seguridad en sus instalaciones, abarrotando los espacios disponibles, con los riesgos que ello implica.
El gerente de Prevención del Riesgo de Desastres y Defensa Civil de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), Lucio Rosario Martell, dijo que se cerró la zona afectada para proseguir con las acciones necesarias; que se coordinó con Hidrandina para que corte en la zona el fluido eléctrico y para adoptar acciones conjuntas respecto al tema de las redes eléctricas de la zona.
Señaló que intensificarán las labores de fiscalización a este tipo de negocios, tengan o no certificado de defensa civil. “Si se verifica que no cumplen con las condiciones que exigen las normas para que estén protegidos, se procederá a cerrarlos”, enfatizó.
Al parecer, el incendio en Albarracín se inició en los últimos pisos (5to o 6to) del edificio El Dorado, que tiene red de agua contra incendios, pero dada la magnitud del siniestro esto no sirvió de mucho. “No tenían rociadores, lo que hubiera ayudado a mitigar el incendio”, indicó el funcionario edil, que tiene solo una semana en el cargo.
El fuego se extendió rápidamente a los negocios colindantes y arrasó con seis galerías comerciales, cuatro de un lado de la calle y dos ubicadas al frente, dejando miles de productos calcinados en los almacenes de la parte superior de los edificios.
Bicicletas, patines, scooters, artículos de piñatería (para fiestas infantiles) e incluso artículos de ferretería fueron reducidos a cenizas o fierros retorcidos. Ese fue el panorama encontrado ayer lunes tras este incendio que se presume se inició por un cortocircuito o la explosión de un balón de helio que utilizaban para inflar globos.
Incluso la infraestructura de los locales ha quedado severamente afectada. Al respecto el gerente edil adelantó que se hará un reporte final con participación del Colegio de Ingenieros, la Compañía de Bomberos y técnicos de la MPT.
Tacora es una zona de alto riesgo, lo que se agrava por el comercio ambulatorio y porque hay comerciantes rebeldes a las inspecciones. Cuando llegan los fiscalizadores o no las permiten o no facilitan el cumplimiento de esta labor. Eso es lo que se me ha informado, añadió el funcionario.
“Vamos a hacer una fiscalización estricta para todos los negocios de esta parte de la ciudad. Hay algunos negocios que han tenido licencia y otros que las tienen vencidas. Eso es lo que se va a verificar”, enfatizó seguidamente.
Precisó que lo más importante es hacer una labor de sensibilización en la zona. “Está en ellos trabajar de manera ordenada. La defensa civil es una tarea de todos. Va a ser muy difícil hacerlos cambiar, pero esa es la tarea que nos hemos impuesto. No podemos estar todo el día cuidándolos para que trabajen de manera ordenada”, dijo.
Respecto a cifras como resultado del incendio, indicó que cada galería tendrá que dar estimaciones de sus pérdidas para conocer finalmente lo que se ha perdido.