Cometiendo una verdadera atrocidad en el cumplimiento de sus funciones, la autoridad del agua de Santiago de Chuco, sin consulta previa a la población y sus representantes, El día 20 de setiembre pasado otorgó la mencionada autorización a la empresa minera ARES, y recién el día 9 de diciembre, el alcalde provincial fue comunicado por dicha repartición gubernamental.
En efecto Juan Gabriel Alipio esa misma fecha recibió en su despacho la convocatoria proveniente de la empresa minera ARES para participar el día 9 de diciembre de un tercer monitoreo de estado y calidad del agua producto de las exploraciones ya hechas en el sector Curva Negra del caserío Muchucayda; a lo cual fue puntual.
Esta acción al ser de conocimiento público movilizó a la población especialmente a los representantes de sus organizaciones relacionadas con el uso del agua poblacional y agrícola, quienes muy prestos acudieron al lugar de convocatoria haciendo presente su indignación y malestar por esta acción inconsulta que afecta al recurso más importante y vital del planeta, como es el agua.
La indignación de los asistentes creció hasta lo indecible, cuando los representantes de ARES afirmaron que los dos monitoreos de agua hechos por la jefatura de medio ambiente de la empresa minera, han determinado el estado no contaminado del agua usado en la exploración.
Fue suficiente para que los asistentes muy afectados y consternados abandonen el lugar no sin antes auto convocarse a una reunión general para conformar el Comité de Defensa del Agua, el día 16 de diciembre próximo en el Teatro Municipal.
Complementando esta información algunos propietarios de terrenos se mostraban a favor de la empresa ARES, por lo que recibieron calificativos de ser desleales con la población y de haber recibido beneficios a cambio por sus terrenos en este sector; agregando que si bien son sus terrenos y pueden actuar como quieran, pero el agua es del estado, es decir de todos.
Se espera que esta problemática sea solucionada en acuerdo a las leyes establecidas y no transgrediéndolas, condenando a toda una población a padecer en el futuro de sed, ya que es el recurso que está aceleradamente desapareciendo en el planeta.