Joven de 19 años olvidó sus llaves y quiso trepar por el tragaluz.
Jorge Luis Díaz Julca, un estudiante de Ciencias Económicas de la UPAO e instructor del gimnasio Mundo Fitness, falleció la tarde del sábado, luego de caer de cabeza de casi 20 metros, cuando intentaba entrar a su dormitorio por una ventana.
El lamentable accidente ocurrió la tarde del sábado .
El joven estudiante alquilaba un cuarto frente a la UPAO, pues era natural de San Pedro de Lloc.
Vino a Trujillo el año pasado, luego de concluir sus estudios secundarios en el colegio José Andrés Rázuri de San Pedro, para estudiar Administración en la Universidad Privada Antenor Orrego. Desde entonces se alojaba en la urbanización Ingeniería, en el lote 22 de la manzana I.
Esa tarde tuvo una sesión rutinaria en “Mundo Fitness”. Cuando retornó al edificio donde alquilaba una habitación se dio cuenta de que había olvidado su llave. Pidió al portero que le abriera la puerta del condominio.
Subió las escaleras, rumbo al sexto piso donde quedaba su habitación . Al llegar,se dirigió al tragaluz y trepó para ingresar por la ventana.
Sus amigos dicen que no era la primera vez que olvidaba sus llaves.
“Siempre olvidaba sus cosas, sobre todo sus llaves. Cuando esto pasaba, se trepaba por el tragaluz y entraba por su ventana”, dijo Lorena, una de las inquilinas.
Esta vez, sin embargo,perdió el control, no se cogió bien y resbaló. Todo fue rapidísimo. Todos escucharon el golpe seco. Cuando los muchachos del cuarto piso asomaron la cabeza por el tragaluz vieron un cuerpo destrozado, en medio de un charco sangre que se extendía a su alrededor.
Los testigos dicen que su cabeza impactó, directamente, contra el filo de una grada. Eso ocasionó su muerte inmediata. Todos se apresuraron a socorrerlo. Cuando llegaron la Policía y los Bomberos, nada quedaba por hacer más que decretar su lamentable deceso.
Sus amigos recuerdan a Jorge Luis, conocido con cariño como “Chino”, como una persona alegre, metódica, dedicada al deporte y de buenos sentimientos.
“Me trataba bien. Me ayudaba a entrenar en el gimnasio. Me decía :Pedrito, siempre tienes que esforzarte más’”, dice Pedro Herrera.
“Siempre te voy a recordar como la excelente persona que eras. Desde arriba me guiarás”, lamenta Cristian, su primo.
“Tener su amistad fue una de las cosas más valiosas para mí. Lo extrañaré siempre, fue como un hermano”, se confiesa, con inmensa tristeza, Robert Vigo, compañero del gimnasio.
La familia de Jorge Luis llegó desde San Pedro de Lloc, para recoger el cuerpo de su hijo. Su padre, evidentemente afectado, no pudo contener su llanto y, aferrándose a su segundo hijo, lloró la partida de su primogénito. Su madre también estuvo presente, presa de un llanto desgarrador que solo el tiempo se encargará de acallar. (Fuente: Satélite).