Tiene unos 40 mil m2 y allí se erigirá la Plaza Cultural de la Marinera.
El alcalde provincial de Trujillo, Mario Reyna Rodríguez, dispuso que se realicen las acciones administrativas y legales que correspondan a fin de expropiar el terreno sobre el cual funcionaba el Club Libertad, para que allí se ejecute el proyecto: Plaza Cultural de la Marinera.
“Esto, considerando que la marinera es el símbolo de la identidad cultural de Trujillo”, dijo el burgomaestre, tras dar a conocer su intención de expropiar este terreno en favor de la ciudad y la permanente mejora de su hábitat.
Para ello, a través del Plan de Desarrollo Territorial de Trujillo (Plandet), se han elaborado diseños de lo que sería el anteproyecto de la nueva plaza, que contará con anfiteatro, plaza central, tres plazuelas de baile, zona de venta de souvenirs y cafetería, una plazuela alegórica y muchas áreas verdes donde las familias trujillanas podrán pasear y conocer más acerca de nuestro tradicional e internacional baile.
Para cumplir este anhelo, el que como se lo han manifestado a la autoridad, es un deseo de la comunidad en general, dispuso que la Gerencia de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) adopte las acciones que correspondan a fin de expropiar el terreno.
Esto implica que el Concejo Municipal declare previamente de necesidad y utilidad el proyecto “Plaza Cultural de la Marinera”, que se erigirá sobre el terreno donde funcionaba el Club Libertad, ubicado en avenida España, entre los jirones San Martín y Bolognesi, dentro del centro histórico de Trujillo.
Se estima que este terreno tiene un área de aproximadamente 40 mil m2 y sobre su propiedad había un proceso judicial entre la Beneficencia Pública de Trujillo y el Club Libertad, el que ya concluyó y está casi listo para su recuperación.
Este terreno pertenecía inicialmente a la cofradía Nuestra Señora del Rosario, fundada en 1554, en la ciudad de Lima.
El predio debía ser devuelto el año 1991 por el Club Libertad, para que sea administrado por la Beneficencia de Trujillo, tal y como sucede con todos los bienes que tenía la cofradía, pero ello no ocurrió así y se interpusieron acciones legales para su recuperación.