El fenómeno metereológico El Niño, según especialistas, sería uno de los más fuertes en los últimos años, mucho más intenso que el de 1997, cuyas consecuencias fueron dramáticas.
Ahora que es inminente tener un verano 2016 lluvioso, en la costa norte del Perú, en particular en Trujillo y la región La Libertad, se recomienda tomar una serie de medidas preventivas, en los diversos sectores.
El objetivo es mitigar, al menos, los efectos adversos de esas posibles fuertes precipitaciones. Pero ¿Cómo aumentar los niveles de éxito de estas medidas preventivas?
Las acciones que se tomen serán más efectivas en la medida en la que estas se adopten (y ejecuten) desde diferentes niveles de la sociedad civil y de los gobiernos locales y regional. La efectividad se incrementa si las medidas que se adoptan son multidisciplinarias y logran una mayor participación.
Por ello, las instituciones y las empresas no deben ser ajenas a la planificación y ejecución de tales acciones, para enfrentar a un fenómeno climático que afectará fuertemente a casi todas las actividades productivas de la región La Libertad y, en consecuencia, el desarrollo del país.
En una comunidad organizada, las medidas preventivas deben empezar desde el nivel doméstico, luego, extenderse al nivel vecinal y al nivel urbano o metropolitano. Sin embargo deben ser complementarias a aquellas que adoptan los gobiernos locales (distritales y provinciales), regional y nacional.
El gobierno regional de La Libertad articula acciones y recursos para afrontar este fenómeno climatológico. A través de la Gerencia de Imagen Institucional se ha puesto en marcha un programa de sensibilización con el apoyo de los medios de comunicación a fin de que la comunidad, consciente del problema, adopte las medidas preventivas para proteger a la familia y a la vecindad.
Por eso: ¡Unidos las consecuencias de El Niño serán menores! (Manuel Rodríguez).