Una supuesta mafia de tráfico de terrenos ha quedado descubierta tras la grave denuncia que hiciera el ciudadano Abraham Castillo Aquino, quien tuvo que regresar desde Francia, en donde vive por más de 35 años, al enterarse que habían vendido, de manera inescrupulosa, la propiedad de más de 140 metros cuadrados, ubicada en el balneario de Huanchaco, y que comprara en una de sus visitas al país.
Se rompen los sueños
Abraham Castillo Aquino contó a periodistas de La Industria que su mayor ilusión era la de envejecer en su tierra, por eso decidió invertir el dinero de sus ahorros en esta propiedad, la que ahora le ha sido arrebatada sin reparo alguno.
Todo comenzó cuando un vecino suyo, le avisó que vio a un sujeto merodeando la propiedad, al preguntarle cuál era su interés, éste le respondió que estaba esperando al dueño, para ver el terreno y empezar una posible compra. “Mi amigo se sorprendió al escuchar esto, pues sabía perfectamente que yo estaba fuera del país, por lo que no podía realizar ninguna transacción.
Inmediatamente me avisó y yo no lo podía creer, pensé que bromeaba, pero no fue así”, dice Abraham, quien venía al Perú cada dos años a cancelar los predios en la municipalidad huanchaquera.
“Cuando regresé, hace dos años, me di con la amarga sorpresa de que yo no podía pagar los predios porque el terreno ya no era mi propiedad, sino que ahora el dueño era un señor llamado Edinson Celis Deza. Aquí empezó toda mi lucha”, dice.
El juez de paz, Wilder Amaro Chávez Domínguez, quien certificara la supuesta transacción entre Edinson Celis Deza y Abraham Castillo Aquino, tiene como antecedente, haber sido separado de sus funciones por resolución del Poder Judicial, al certificar la compra-venta de una casa, cuyo dueño tampoco se encontraba en el país. (Fuente: La Industria)