Con emotivas muestras de amor al Santísimo Sacramento, más de 70 mil fieles de la Arquidiócesis de Trujillo colmaron la Plaza de Armas de Trujillo dando un fiel testimonio de fe y devoción al Señor presente en la Hostia Consagrada, durante el Corpus Christi Arquidiocesano, día Central de la “Semana Eucarística”, declarada recientemente por la Municipalidad Provincial de Trujillo.
Esta solemne ceremonia inició con la Celebración Eucarística, presidida por el Arzobispo de Trujillo, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte OFM., y concelebrada por obispos invitados y sacerdotes de nuestra y otras jurisdicciones eclesiásticas.
Durante su homilía el pastor de la grey trujillana recordó que Jesucristo no se ha ido definitivamente, sino que se ha quedado con nosotros, no sujeto ni al tiempo ni al espacio, porque Él es dueño de la Vida, de la Historia del tiempo y de la Eternidad.
Asimismo evocó las palabras de Cristo: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Quien come mi carne y bebe mi sangre no morirá para siempre, sino que tendrá vida eterna”. Es por ello que “bajó del cielo, por su misericordia, pero ya no subió sólo, puesto que nosotros subimos también en Él por la gracia, por los Sacramentos, por la Eucaristía”, conmemoró.
En otro pasaje señaló que la fe cristiana no es remolino de cosas absurdas, sino un infinito horizonte de luz: “La fe bíblica es un camino hacia el futuro, está “germinando” ya ahora, y se terminará en la plenitud del “después”, dijo.
Monseñor Miguel aclaró que no decimos “Señor mío y Dios mío” porque estamos ciegos por fanatismo; sino que lo decimos abandonándonos a su Acción y a su Palabra que sentimos, que experimentamos en lo más profundo de nuestro ser y de nuestra conciencia”
Procesión:
Sobre las 6:30 de la tarde, el Corpus Christi hizo su impresionante salida de la Basílica Catedral entre repique de campanas junto a un vistoso festival de globos con helio y lluvia de papel picado.
Minutos después, unidos como una sola comunidad, las autoridades de la región, la ciudad y fieles de las 75 parroquias arquidiocesanas, guiados por el Arzobispo, emprendieron el tradicional recorrido procesional del Santísimo Sacramento, que en este año lució su nueva y exclusiva anda con el acompañamiento de 28 ángeles tallados en distintos tamaños y momentos.
Entre cánticos festivos, oraciones y muestras de recogimiento, Cristo en su Cuerpo, Alma, Sangre y Divinidad, derramó bendiciones a su paso por el perímetro de la Plaza Mayor, adornado con bellas alfombras florales y arcos artísticamente decorados.
Luego de impartir la bendición eucarística con la Custodia y presenciar un festival de fuegos artificiales sobre el cielo trujillano, Mons. Cabrejos Vidarte agradeció a la Municipalidad Provincial de Trujillo por haber otorgado a Trujillo el título de “Ciudad Eucarística”: “Primero fue Trujillo, “Ciudad de la Eterna Primavera”, luego “Capital de la Primavera” y ahora “Ciudad Eucarística”, dijo.
La gratitud también fue dirigida a la organización que preparó el evento con meses de anticipación y a sacerdotes, quienes juntos a sus fieles respondieron con fe, amor y devoción al llamado del Santísimo Sacramento.
Cabe resaltar entre las actividades más resaltantes de esta “Semana Eucarística” se encuentra la declaración de Trujillo como “Ciudad Eucarística”, la marcha motivadora de los escolares por el centro de la ciudad, el Triduo Eucarístico en las parroquias y la exposición de periódicos murales alusivos al Corpus Christi a cargo de los colegios y comunidades religiosas.