BAJO CONTROL. Video revela que obras de construcción a cargo del sindicato de la CGTP estarían controladas por “La Jauría”.
Organizaciones criminales siguen actuando con total libertad y extendiendo sus redes dentro de los sindicatos de construcción civil donde están tomando mayor fuerza. Un video de inteligencia de la Policía revela que las importantes obras que se realizan en Trujillo están controladas por estas bandas delincuenciales, que a punta de plomo se disputan puestos de trabajo y el cobro de cupos bajo la fachada de seguridad.
Por si fuera poco, estas gavillas tendrían vínculos con los dirigentes de los sindicatos de construcción civil, quienes ante el temor se han convertido en sus aliados. Así lo demuestran las imágenes registradas frente a la millonaria obra de la Villa Bolivariana, que está cargo del gremio de construcción civil de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP)- La Libertad, que bajo la sombra estarían coludidos con la sanguinaria banda “La Jauría”.
En el video se observa a dirigentes del referido sindicato junto a integrantes del mencionado grupo criminal, que vendrían “chalequeando” la obra. En una de las escenas se logra ver a Peter Pérez Araujo (a) “Mono”, hermano del fallecido cabecilla de la gavilla delincuencial, Ronald Frank Pérez Araujo (34) (a) «King Kong», asesinado por esta encarnizada guerra entre bandas rivales que quieren apoderarse no solo de las extorsiones a los transportistas, sino del rentable negocio en las construcciones.
Según la PNP, algunos sindicatos vienen utilizando a las bandas para disputarse las obras, prueba de ello es que hace unos meses el óvalo Mansiche, donde se construye el by pass, fue escenario de una batalla entre integrantes de la CGTP y el Sindicato Único de Construcción Civil de La Libertad (Sutracon). Este último también estaría dirigido por “Los Plataneros”.
El jefe de la III Dirección Territorial Policial (III Dirtepol), coronel PNP Róger Torres Mendoza, indicó que personal de inteligencia viene investigando y está identificando a los hampones de “La Jauría”, que han sometido a los dirigentes. (La República)