De curtidas manos, de rostro marcado por los surcos de la experiencia, con cabellos canos, de color cemento, vivaracho al caminar y de mediana estatura, con su inseparable gorro, para protegerse del sol y trabajar alegre, un anciano de 86 de edad, maestro constructor, continúa trabajando; empezó a trabajar a los 15 años de edad; es decir lleva 71 años trabajando. No conoce la jubilación y en Laredo es conocido como “El tigre”.
Se trata de Juan José Chamache Justiniano, nacido en Moche, el 27 de marzo de 1927. A los 4 años de edad lo llevaron a Magdalena de Cao, donde fue criado hasta los 15 años. A esa edad su padre lo llevó a Laredo, donde empezó a laborar como oficial (ayudante). Recuerda que su primer trabajo fue construir oficinas en la Hacienda Laredo, a un costado del reloj; luego construyó el Bazar, donde actualmente funciona el Salón Consistorial de la Municipalidad de Laredo.
– ¿Qué otras obras construyó en Laredo?, preguntamos
– “Le agradezco su pregunta: Trabajé en la construcción del pesebre, los campamentos de las calles: Piura, Tumbes, Talara, Paita. Doce años trabajé en la Hacienda Laredo”, responde al tiempo que le dice a su ayudante, Rondo: “Apúrate, apúrate, prepara la mezcla y cómo para ir a la Piurana, para eso si eres ligero”, provocando la risa de su ayudante.
– Luego de trabajar 12 años en Laredo ¿Qué pasó? Inquirimos.
– Ah, me fui a trabajar a Trujillo pues, para aprender más, ya que en Laredo se trabajaba con adobes y barro, en Trujillo se trabajaba con ladrillos y cemento. En Trujillo trabajé con ingenieros propietarios de importantes compañías constructoras como: Crosby, Casuso Alegría, Neyra, Huamanchumo, César Vallejo.
– ¿Qué obras recuerda haber hecho en Trujillo?
– La piscina Gildemeister, la Beneficencia Pública con Casuso Alegría, Colegio Militar Ramón Castilla, desde las bases, instalaciones de agua y desagüe, pabellones, piscina, cocina, panadería. La Oficina de reclutamiento OR, lo hice todo. (Recuerda con orgullo).
Tras una pausa, que aprovecha para tomar un sorbo de gaseosa, prosigue: también construí “El Hogar de la niña”. (Se pone melancólico y suspira, como recordando algo que marcó su vida, sonríe).
– ¿Qué recuerdos le trae la construcción del Hogar de la Niña?
– “Una monja se enamoró de este pechito”, responde sin titubear, cómo adivinando que se le iba a preguntar, agrega: “Se llama Susana Caballero, me agarraba la mano y me daba comida. Me preguntó si era soltero, le dije que sí, pero tenía mi esposa. Mi esposa falleció hace algunos años, tengo 3 hijos ya disipados.
(Don Chamache, también trabajó para La Región en la construcción de un ambiente para la Bomba de Cobalto, en la instalación de agua y desagüe de la calle La Merced del distrito Laredo y en AA.HH 30 de noviembre de Laredo. La Municipalidad de Trujillo lo contrató para construir 2 aulas y gradas para el Colegio Antenor Orrego de Laredo).
“Por contrato de la Municipalidad de Laredo hice casi en todo el distrito obras de saneamiento, agua y desagüe; en el anexo Santo Domingo hice veredas, parques; en Barraza construí la iglesia”, recuerda con lucidez envidiable.
– Don Chamache ¿Por qué sigue trabajando? ¿Y cuál es el mensaje para los jóvenes que dicen no hay trabajo?
– Me siento bien trabajando. Mi vida es el trabajo…Todo el tiempo hay trabajo, los que dicen: No hay trabajo, son las mañas, trabajo no falta. A los jóvenes les aconsejo que no sean pericotes (delincuentes)
Don Chamache, afirma que no tiene ninguna enfermedad, que no le duele nada y que todavía “pisa” mensualmente sin utilizar viagra ni maca. El secreto para estar bien es trabajar, dormir temprano, tomar de vez en cuando y no fumar.
Ahí dejamos a don Chamache trabajando en su pasión: la construcción, en la Mz: K Lote: 7 del sector La Merced III Etapa, con su ayudante Rondo, quien le sigue sus pasos. (Texto y Fotos: Luvar).