El alcohol sin resaca podría estar cerca

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La ciencia estudia formas de “emborracharse” de forma más segura y evitando intoxicaciones.

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“Nunca más vuelvo a beber”.

 

Quizás esta sea una de las frases más repetidas los domingos, cuando al despertarse, tras una noche de fiesta, descubrimos que los excesos de la noche anterior nos pasan factura.

 

Claro que a la siguiente oportunidad volvemos a caer en nuestro error. La resaca tiene poca memoria, pero devastadores efectos al siguiente día.

 

¿Se imagina poder tomar alcohol sin estos molestos efectos? Quizás esté más cerca de lo que piensa. Una fiesta sin dolor de estómago y de cabeza al día siguiente o ser capaz de tomar un antídoto que le permita conducir a casa con seguridad después de haber tomado ya no son tanto ciencia ficción. Son ambiciones que se encuentran al alcance de la neurociencia moderna, según los expertos.

 

El alcohol, responsable de cerca de 2,5 millones de muertes en el mundo, más que la malaria o el sida, sigue siendo tóxico para nuestro cuerpo, en especial para el hígado, el corazón y el cerebro. Causa inhibición, pero también dependencia, por lo que alrededor del 10% de los consumidores quedan atrapados en la adicción. Las actuales políticas gubernamentales buscan reducir los daños del alcohol limitando el consumo y aumentando los precios.

 

Pero algunos expertos proponen otra solución alternativa: la creación de una versión más segura de alcohol, según afirma el diario británico The Guardian.

 

Sabemos los efectos del alcohol en el cerebro, como neurodepresor, que relaja y vuelve más sociables a las personas. En teoría se podría crear un alcohol que hiciera a la gente sentirse más relajado y sociable, eliminando los efectos no deseados, como la agresividad y la adicción.

 

El responsable de estos efectos son los ácidos gamma-aminobutírico, una sustancia presente en nuestro cerebro que actúa como neurotransmisor inhibitorio en varios de sus circuitos. El alcohol aumenta su producción. Los científicos han identificado cinco de estos compuestos y están buscando elaborar una nueva bebida que sea tan atractiva como el alcohol, sin sus efectos negativos, o producir otros fármacos que podrían venderse como un antídoto al alcohol.

 

Todo lo que se necesita ahora es la financiación para poner a prueba estos elementos y ponerlos en el mercado. Algo complicado, porque supondría una amenaza para las ventas de los productores de alcohol. Hasta que la industria no abrace un enfoque más saludable de su producto, se retrasarán estas medidas. Pero quizás sea cuestión de tiempo que aparezca una solución real para las molestas “resacas”. (24horas.cl).

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