Niña que murió de cáncer gana batalla legal y será criogenizada

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La niña murió en octubre y ya ha sido trasladada a EEUU para el proceso. No quería ser enterrada y quería vivir “y vivir más tiempo”.

Una niña de 14 años que quería que su cuerpo fuera preservado por si en un futuro encuentran una cura para su cáncer terminal ha ganado una batalla legal histórica poco antes de su muerte, en octubre pasado.

Según informa la BBC, la niña, que estaba gravemente enferma de un cáncer poco común, tenía el deseo de que después de morir su cuerpo no fuera enterrado.”Quiero vivir más tiempo y no quiero ser enterrada”, solicitó al juez del caso en una misiva. “Creo que ser criopreservados me da una oportunidad para ser curada y despertada, incluso aunque pasen cientos de años”, añadía.

La carta de la niña al juez

“Se me ha pedido que explique porque quiero hacer una cosa tan inusual. Sólo tengo 14 años y no quiero morir, pero sé que voy a morir. Creo que ser criogenizados nos da la opoturnidad de ser curados y despertados incluso en cientos de años.

No quiero ser enterrada bajo tierra. Quiero vivir y vivir más tiempo, y creo que en el futuro pueden encontrar una cura para mi cáncer y despertarme. Quiero tener esa oportunidad. Ése es mi deseo”.

El juez, que visitó a la niña en el hospital, aseguró que se sintió conmovido por la “forma valiente en la que se enfrentaba a la situación”. El magistrado sentenció entonces a su favor pocos días antes de que muriese. Su cuerpo fue trasladado a EEUU y allí ha sido criogenizado para su conservación.

Debido a que era demasiado joven para hacer un testamento legalmente reconocido tenía que tener el permiso de ambos padres para registrar el proceso.

Sin embargo, los deseos de la pequeña, de la que sólo se sabe vivía en Londres, no eran los de su padre, al que hacía 8 años que no veía. Aunque tuvo el apoyo de su madre desde el principio, su padre se negó, lo que desencadenó en una batalla legal histórica y al límite.

“Incluso si el tratamiento es exitoso y se le trae de nuevo a la vida en digamos 200 años, ella no podrá encontrar ninguna relación y ella podría no recordar las cosas y se encontraría en una situación desesperada, dado que ella sólo tiene 14 años y estará en Estados Unidos”, defendía su padre.

Finalmente, el juez del Tribunal Supremo dictaminó que la niña estaba facultada para decidir qué había que hacer con su cuerpo una vez falleciera. Su decisión, explicó, no se trataba de los derechos o los males de la criogenización, sino de una disputa de unos padres separados por la disposición del cuerpo de su hija.

El juez aseguró que la petición de la niña ha sido la única de este tipo que ha presentado ante un tribunal en Inglaterra y Gales “y probablemente en cualquier otro lugar”. Se trata de un caso en el que “la ciencia presenta nuevas preguntas a los abogados”, afirmó el juez Jakcson.

La criogenización es el proceso de conservación de un cuerpo con la esperanza de que sea posible su reanimación y una cura en un futuro muy lejano. Se trata de un procedimiento muy controvertido y nadie sabe todavía si es posible revivir a la gente después. Existen instalaciones en EEUU y Rusia donde los cuerpos son conservado en nitrogeno líquido a temperaturas de menos de 130ºC. El costo para una cantidad de tiempo infinita en conservación es de unos 45.000 euros. (lv16.com)

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