David Rivera del Águila, bachiller en Economía que apoyara al gobierno de Ollanta Humala desde medios de comunicación, y actual asesor del premier Fernando Zavala, recibió fuertes palabras del nuevo contralor Nelson Shack. El exdirector de la revista Poder había dicho que el lavado de activos no es delito.
“La principal fuente de financiamiento de los candidatos han sido siempre empresarios privados, y ante la necesidad de ocultarlo, han tenido que mentir o falsear dinero. ¿Eso está bien? No. ¿Es ético? Tampoco. Pero no es delito”, leyó el congresista Mauricio Mulder durante la última sesión de la Comisión Permanente, como había denunciado el portal MANIFIESTO.
En ese momento, Shack sustentaba su postulación para ser el nuevo jefe de la Contraloría General de la República, y se estaba tratando el tema de los delitos que cometen personas que luego pasan a ser autoridades estatales, como pasó con Humala Tasso, y en cierta medida con la esposa de éste, Nadine Heredia.
Mulder: ¿Qué opina el señor Nelson Shack sobre que un funcionario público pueda decir que lavar dinero no sea delito? Y le voy a poner el ejemplo que ha salido publicado el día de hoy. Un alto funcionario de confianza de Fernando Zavala que usted conoce (…) Este señor se llama David Rivera del Águila y es miembro del directorio de Editora Perú nombrado por el premier Zavala. Es su consejero principal.
Shack: Yo creo que resulta inaceptable un comentario de esa naturaleza, ¿no? O sea un lavado de dinero, un lavado de activos es un delito y no hay nada más que discutir.
Mulder: Agradezco la respuesta del señor Shack pero la repregunta va a qué pueda señalar qué haría él en el cargo de contralor, frente a funcionarios públicos que tienen ese tipo de opinión también.
Shack: A mí me parece que resulta inaceptable de un funcionario expresiones de esa naturaleza. Pero si solo son expresiones ¿no?, la capacidad sancionadora por parte del sistema de control, está regulada para las faltas graves y muy graves, suspensiones e inhabilitaciones. Lo que ameritaría más bien, en el caso de que así sucediera y que sea realmente un funcionario público, pues entonces habría que aplicar las disposiciones del régimen disciplinario de servir más que del tema de control. (Vía Manifiesto).