Trujillana de 23 años investiga al COVID-19 para salvar vidas

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Desde niña, Lucero Alva Alvarez coleccionaba innumerables revistas y periódicos sobre los virus y los cuidaba con recelo en un cuaderno de recortes. Ella se preguntaba cómo seres tan pequeños podían causar tantas enfermedades. Esa curiosidad sería el inicio de su aventura profesional que hoy la convierte, a sus cortos 23 años, en parte del equipo de profesionales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) que estudia los factores genéticos de pacientes con COVID-19 en nuestro país y así salvar vidas.

Lucero, quien cursa el noveno ciclo de la carrera de Microbiología y Parasitología en la Decana de América, recuerda que esta pasión por la investigación se acentuó cuando hace unos años tuvo que acompañar al hospital a Gladys Alvarez, su tía, quien es como su segunda madre, para sus tratamientos frente al cáncer. “¿Cómo podía ayudar a las personas a resolver sus dolencias en salud?”, se preguntó la joven natural de Trujillo.

Gracias a esa curiosidad innata y a su buen desempeño académico, es colaboradora del Laboratorio de Virología Clínica y Molecular de la UNMSM. Asimismo, ganó la Beca Permanencia del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación en reconocimiento a su talento.

Lucero centra sus días en investigar los factores genéticos de pacientes con COVID-19 que podrían predisponerlos a desarrollar casos más leves o severos de esta enfermedad. “Se ha observado que, aunque algunos no tienen enfermedades subyacentes que los pongan en riesgo, han desarrollado cuadros clínicos graves. Esto podría estar asociado a la expresión del gen HLA”, detalla. Los antígenos leucocitarios humanos (HLA, por sus siglas en inglés) ayudan a nuestro sistema inmune a diferenciar entre nuestras propias células y agentes extraños, como los virus.

Esta investigación es parte de un proyecto más grande: “Estudio del perfil genético e inmunológico en pacientes con cuadros clínicos severos y graves de COVID-19 y su asociación a variantes genéticas del SARS-CoV-2 aisladas en el Perú”, que lidera el biólogo de San Marcos, Enrique Mamani Zapana, y que ha sido uno de los ganadores del concurso “Programa de Proyectos de Investigación Multidisciplinarios COVID-19 para Grupos de Investigación de la UNMSM”.

Enfrentando al COVID-19 en territorio peruano

Las investigaciones de Lucero no terminan allí. También se encuentra apoyando en el proyecto “Desarrollo de un medio de transporte viral, seguro, de bajo costo y efectivo para el diagnóstico molecular de COVID-19” y que ha sido uno de los ganadores del concurso “Proyectos Especiales: Modalidad – Necesidades Emergentes al COVID-19 2020-02”, convocado por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec) El objetivo es inactivar al mismo SARS-CoV-2.

En este caso, se trata de desintegrar al virus dejándolo sin su membrana y capa proteica con el reto agregado de conservar su información genética. ¿Y por qué esto es importante en el Perú? Cuando se toma la muestra a un paciente, para la realización del diagnóstico molecular por COVID-19, muchas veces, -explica Lucero- no se procesa allí. Se requiere transportar el material a un laboratorio que disponga de las condiciones adecuadas para el procesamiento molecular.

“Si estamos en una comunidad amazónica, por ejemplo, pasan horas y hasta días para que la muestra llegue a su destino final. Podría ocurrir algún accidente y poner en riesgo al personal de salud y a más personas en contacto, además de la posible degradación de la muestra, lo que la haría inútil para el diagnóstico”, explica Lucero.

¿Qué hacer ante esta realidad? El equipo de investigadores de San Marcos viene trabajando en formular un nuevo medio de transporte para la muestra hisopada con los componentes químicos adecuados, que resista a la temperatura ambiente, donde el virus no sea infeccioso y que, además, conserve su información genética. Es decir, una prueba para un diagnóstico efectivo y seguro.

“Cuando lo logremos, además, será de bajo costo porque este medio de transporte podría ser producido a gran escala en el Perú”, explica la talento. Las investigaciones que realiza la becaria también alcanzan al mosquito vector del virus del dengue. Allí, ella se enfoca en cómo aportar, desde la ciencia, para reducir los casos de esta otra enfermedad en el Perú, que ha colocado en estado de emergencia sanitaria a la selva peruana.

Soluciones que son posibles gracias a personas como Lucero Alva Alvarez. En ella se une el conocimiento, su inacabable curiosidad y su amor de servicio hacia los demás. Ella es el orgullo de su familia y, en especial, de Gladys Alvarez, su mamá de corazón, quien celebra todos sus logros académicos. Y seguro pronto también será reconocida como una de las científicas más jóvenes en luchar contra el COVID-19 en el Perú.

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