Estamos a una semana de las elecciones y el resultado, más allá de las encuestadoras, es aún incierto y parece que el debate del domingo 29 tendrá un peso decisivo, recordemos elecciones anteriores.
Alan García y Ollanta Humala en el 2006, el primero tenía 10 puntos a favor en votos emitidos (Apoyo, mayo 2006) mantuvo distancia y como sabemos ganó las elecciones.
En el 2011 sucedió lo contrario cuando se enfrentaron Keiko y Humala, la candidata fujimorista tenía la ventaja, 50.9% en votos válidos mientras que Ollanta Humala alcanzaba el 49.1% (simulacro urbano-rural de Apoyo, mayo del 2011) al final Keiko perdió.
A una semana las encuestadoras, como en el 2011, le dan ventaja a la candidata fujimorista, sin embargo hay que considerar un estudio elaborado por el Jurado Nacional de Elecciones, el Instituto de Estudios Peruanos y la encuestadora Ipsos, denominado “Perfil electoral peruano”, que revela que el 17% decide una semana antes y el 22% de peruanos el mismo día de las elecciones, vale decir dos de cada diez votantes.
Por eso este debate resulta trascendente, los contrincantes no solo deberán hablar sobre temas como: seguridad ciudadana, corrupción, economía, empleo, educación, pobreza o desigualdad también deberán responder las preguntas que los ciudadanos dejaron en la plataforma de Voto Informado.
Esperemos que el debate sea un verdadero intercambio de ideas y no un fuego cruzado de ataques o insultos y que permita al votante una elección inteligente por el bien de todos los peruanos.